Ya hace unos meses, el Hessische Staatsweingüter presentó una serie de Pinot Noirs de décadas de antigüedad procedentes del Assmannshäuser Höllenberg, que apenas dejó dudas de que los vinos de este famoso viñedo pueden competir fácilmente con los Pinot Noirs de primera clase de Borgoña en términos de calidad y longevidad. Lo que faltaba era una prueba. Una prueba que sólo una comparación directa podría proporcionar.
Así pues, los colegas de la revista "Fine" buscaron, sobre todo entre los amantes del vino privado, antiguos borgoñas que pudieran ser dignos homólogos del aspirante del Rheingau. Encontraron lo que buscaban. Aunque no todas las añadas fueron igual de fuertes, algunos de los grandes nombres de esta región vinícola, a la que no le faltan precisamente leyendas, se encontraban entre las rarezas de Borgoña.