BEST OF

Hay dos razones para ello. Por un lado, el Lemberger puede dar mucho placer incluso en versiones más sencillas gracias a la fruta crujiente, la frescura y el mordiente, si el enólogo tiene el toque adecuado. Por otro lado, la ambición de muchos productores por crear un vino especialmente impresionante da lugar una y otra vez a Lembergers que, aunque presumen de potencia y sustancia, carecen de frescura, jugosidad y, sobre todo, de la necesaria finura que distingue a un vino muy bueno de uno de primera clase. Esto es tanto más cierto cuanto mayor sea la graduación alcohólica. Aunque el Lemberger suele ser más robusto que, por ejemplo, el Pinot Noir, un 14% o más es demasiado en la mayoría de los casos.

Como siempre, presentamos aquí los mejores resultados y como PDF presentado. Los enlaces a todos los vinos con descripciones detalladas, así como a sus productores, se pueden encontrar haciendo clic en los títulos de las añadas.