Cuando se habla de La Clape -de esta cordillera volcánica al sur de Narbona- se piensa involuntariamente en la emblemática bodega Négly, que desde hace años es embajadora de los sofisticados vinos del Languedoc con sus buenos y caros vinos. Una contrapartida, por así decirlo, a la todavía persistente mala fama de los vinos baratos que se producían aquí -sur de Francia- (y que todavía se producen en pequeña medida).
Cuando visité Négly por primera vez hace muchos años -en el camino de ida o de vuelta, por así decirlo- descubrí la finca vecina de Négly -Mire l'Etang- y quedé -como se dice- prendado de sus vinos. Posteriormente, visité Mre l'Etang varias veces y llegué a la conclusión de que la finca vinícola puede competir con Négly, aparte de la falta de carácter de culto. En ese momento, informé sobre ello varias veces en diferentes foros (especialmente en Wein-Plus.eu). Mientras tanto, se elaboran y ofrecen toda una serie de vinos de alta calidad ("haut de gamme") en todas las denominaciones de Languedoc-Rosellón. Négly sigue siendo uno de los mejores, pero ya no está solo en la llamada "clase más alta".
La calidad se encuentra (también a precios muy diferentes) una y otra vez. también en la Clape. Los premios más importantes llegan a las fincas más importantes: Château Rouquette, Anglès, Négli, Mas de Soleilla, Le Hospitalet, Mire Etang, Caplazens. Sin embargo, además de sus productos de alta gama, todas estas bodegas también producen los llamados "pequeños vinos", es decir, vinos de alrededor de 7 euros la botella 
Apenas se habla de ellos. Son vinos como los que se elaboran en las buenas fincas como "vinos básicos" en todas partes, en su mayoría comprometidos con la tradición, tanto en lo que respecta a las variedades de uva, como en la forma de vinificación.
Aquí, como a la sombra de los vinos de renombre, se ha desarrollado una cultura del vino, que cada vez encuentra una mayor aceptación - y también mi amor. "La Clape" de Mire l'Etang pertenece a estos vinos. Es afrutado y pretende estar arraigado en una región salvaje (pero hermosa). Pero no es salvaje, ni tampoco suave y sin compromiso. Es lo que se llama: La Clape. A cada sorbo, los idílicos viñedos de los acantilados entre Narbona y Gruissan vienen a la mente. Sí, ahí es donde nació este la Clape, se puede sentir.