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La Toscana es un popular destino de viajes enológicos. Con el Brunello, el Vino Nobile y, sobre todo, el Chianti, la región ha experimentado un verdadero auge. Esto culminó con los "Super Toscanos" y condujo a precios cada vez más altos y a vinos de barrica cada vez más uniformes. Precisamente este hecho decepcionó a cada vez más amantes de Italia y el boom se apagó.

Fuera de los caminos trillados

Pero encontrar la Toscana "correcta" y sus vinos típicos no es tan difícil. Sólo hay que abandonar los caminos conocidos y conducir un poco por las sinuosas y estrechas carreteras que atraviesan las colinas de Florencia, en italiano: "Colli Fiorentini". Todavía se pueden encontrar allí, los amables viticultores con vinos "de verdad", aceite de oliva de primera clase y muy a menudo también habitaciones o pisos de vacaciones en los maravillosos edificios antiguos, y todo ello a precios bastante asequibles.

Un poco de historia

¿De dónde procede realmente el Chianti? En un principio, había relativamente pocas hectáreas en una zona muy definida de los municipios de Radda, Gaiole y Castellina. Poco a poco, el Chianti llegó a casi todos los municipios desde Siena hasta Florencia y Arezzo. Por ello, en los años 30 se decidió que la zona central se llamara "Classico". Hasta 1963 y 1967 no se consagraron por ley las actuales denominaciones de origen, las nueve zonas DOC; la DOCG llegó en 1984.

Colli Fiorentini

Chianti Colli Fiorentini: Como una "M" redonda en la zona "Classico
Una de las nueve zonas del Chianti son las colinas situadas al este, sur y suroeste de Florencia. La zona parece una "M" redonda que se superpone a la zona "Classico". Ocupa 860 hectáreas, lo que supone algo menos del 4% de la superficie de cultivo del Chianti en su conjunto, pero con un rendimiento bastante bajo, de 31 hl/ha de media (media de 1998 a 2000). En el Consorcio Chianti Colli Fiorentini, algo más de la mitad de los productores de esta zona ya son miembros, lo que garantiza una alta calidad gracias a unas directrices relativamente estrictas.

Debido al predominio de las regiones más conocidas, la mayoría de los viticultores embotellan aquí sólo una parte y entregan el resto en barriles a las grandes bodegas de las ciudades clásicas. Los precios son bajos, una botella de Chianti Colli Fiorentini suele costar entre 4 y 7 euros en de forma directa. Los precios del aceite de oliva y del alojamiento también son moderados.

Unas 860 hectáreas, situadas en su mayoría en colinas relativamente empinadas, a 150-420 m sobre el nivel del mar, con suelos entre arenosos y calcáreos, están plantadas principalmente con vino tinto. Además de la variedad principal Sangiovese, se encuentran Canaiolo, Colorino, las variedades blancas Malvasia y Trebbiano, así como las variedades "internacionales" Chardonnay, Cabernet y Merlot.

Un poco de información técnica

Sangiovese: la variedad principal del Chianti
Hay directrices claras para el Chianti: Se prescribe un 75% de Sangiovese, complementado con un máximo de 10% de Canaiolo, un máximo de 10% de Malvasía o Trebbiano o con un máximo de 20% de otras variedades de uva permitidas en la Toscana, sin que ninguna por sí sola pueda superar el 10%. ¿Está claro? Así, por ejemplo, el 20% de Cabernet no está permitido. La mayoría de las bodegas de las que he probado el Chianti trabajan principalmente con Sangiovese, Canaiolo y Colorino. Quizá por eso los chiantis de aquí son tan típicos. Los vinos deben contener al menos 12% de alcohol y 4,5 partes por mil de acidez.

El Chianti Colli Fiorentini se presenta a partir del 1 de septiembre del año siguiente a la cosecha. El Riserva debe madurar durante dos años (calculados a partir del 1 de enero del año siguiente a la cosecha), de los cuales al menos 6 meses en barrica. Para más detalles: www.chianti-collifiorentini.it

Durante nuestra visita, incluso las dos añadas extremas de 2002 y 2003 estuvieron a buen nivel, y las muestras de barrica de 2004 sugieren una añada estupenda, afrutada y elegante. Todas las bodegas se centran en el Chianti, pero también ofrecen cuvées de vino tinto bastante agradables, aunque a menudo con mucha madera.

Bodegas especialmente recomendables:

Ugo Bing, Fattoria di Fiano en Certaldo
www.fattoriadifiano.it

Malenchini, Fattoria Lilliano in Grassina
www.malenchini.it

Bartolini Baldelli, Fattoria di Bagnolo, Impruneta
www.bartolinibaldelli.it

Fattoria Le Sorgenti, Bagno a Ripoli
www.fattoria-lesorgente.com

Lanciola, Carla Guarneri, Pozzolatico
www.lanciola.net

Castello di Poppiano, Conte Gucciardini, Montespertoli
www.contegucciardini.it

Castelvecchio, San Casciano, Val di Pesa
www.castelvecchio.it

Tenuta La Cipressaia, Montespertoli
lacipressaia@leonet.it

Fattoria Baggiolino, Scandicci
www.baggiolino.it

Fattorie Giannozzi, Barberino Val d'Elsa
fattoriagiannozzi@hotmail.com

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