Es difícil de creer, me pareció un milagro. Un Merlot de veinte años del Tesino no sólo es todavía bebible, sino que es muy "fuerte". No en el sentido de potente, sino más bien presente, convincente, persistente, con un final increíblemente suave, cálido -quizás la palabra sea apropiada aquí- y fuerte. El vino todavía tiene suficiente acidez para llevarlo hasta el final; todavía tiene suficiente fruta para dejar que los sabores cobren vida; todavía tiene suficiente poder para convencer como un vino maduro. Por supuesto, Claudio Tamborini es uno de los mejores enólogos del Tesino. Pero también es un buen hombre de negocios (originalmente un comerciante de vinos) que sabe cómo explotar el potencial del vino en el sur de Suiza y cómo servir a sus clientes. "Así que también ofrece algo para todo el mundo: desde el más bien quaffable Poggio Solivo hasta un vino de exhibición como el Comano Vigneto ai Burghi, del que sólo cosecha 500 gramos por metro cuadrado y deja en las pieles durante más de veinte días". El Vigneto ai Brughi es, pues, algo así como el vino insignia de la bodega, que cuesta unos 40 CHF, aquí en una "edición" temprana, como si fuera una prueba de lo que un vino -si está bien hecho- puede seguir dando de sí después de veinte años (aunque no sea un Burdeos) 
Es cierto que hace tiempo que se ha notado el cambio en el Tesino (sur de Suiza) del vino Boccalino (recipiente tradicional para beber vino en el Tesino), más bien delgado y temprano para beber (desgraciadamente, a menudo intrascendente), al vino superior, serio y de alta calidad; pero hace veinte años, el Merlot del Tesino seguía siendo en gran medida (con algunas excepciones) lo que fue durante muchos años: un suave "vino divertido" que podría beberse sin más en una gruta romántica -o en una trattoria- en las cálidas noches de verano. Esta imagen folclórica del Tesino -sólo falta el gondolieri, pero vive en Venecia- se ha acabado, al menos en el sector del vino. Hace veinte años, Tamborini ya elaboraba un vino de primera clase (al estilo bordelés) que todavía hoy es un placer beber. Woww.