"En Montalcino, las temperaturas medias han aumentado entre 1 y 1,5° C desde el año 2000, y las zonas más cálidas del sur son las que más lo sufren", explica Giacomo Bartolommei, de la bodega Caprili y vicepresidente del consorcio Brunello. Para él, el agua es actualmente el problema más importante de la viticultura: "Montalcino no es especialmente rico en agua, y los recursos disponibles son en su mayoría agua termal, muy caliente, de 27 a 28° C. Por ello nos concentramos en el riego de emergencia. Por lo tanto, nos concentramos en el riego de emergencia, que sólo se utiliza cuando la vid está bajo estrés. Los estudios han demostrado que al introducir la zeolita mineral en invierno, los suelos almacenan más agua de lluvia y se mantienen más frescos."