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El Nahe es un banco seguro año tras año. Por lo tanto, también supusimos esta vez encontrar aquí toda una serie de vinos excelentes. Pero lo que luego degustamos de esta pequeña zona superó con creces nuestras expectativas. Un vino es mejor que el otro. Las diferencias estilísticas por sí solas garantizan que uno difícilmente se aburrirá, pero las mejores bodegas también logran expresar sistemáticamente el carácter de sus lugares en todas las facetas. Así, uno podría pasarse días catando los mejores vinos de esta añada uno al lado del otro para llegar al fondo de sus sutilezas.

Viñedos en Rotenfels (Foto: DWI)

Mientras tanto, las dos primeras bodegas Dönnhoff y Emrich-Schönleber se han convertido en cuatro con Diel y Schäfer-Fröhlich, y a más tardar con la añada actual, la finca Hermannsberg, surgida de la administración de la finca Niederhausen-Schlossböckelheim, antiguo dominio estatal, también reclama un lugar en primera fila.

Todas estas fincas brillan este año con vinos brillantes, que casi sin excepción pertenecen a la cima de la cosecha en Alemania. De este modo, el Schlossböckelheimer Felsenberg resulta ser el viñedo más destacado en esta ocasión: tanto Dönnhoff como Schäfer-Fröhlich han extraído de él excelentes Rieslings, que impresionan sobre todo por su enorme complejidad y finura, a pesar de sus inconfundibles diferencias estilísticas. Para ambos vinos, hay que tomarse su tiempo para descubrir siquiera medianamente lo que contienen, y no estamos seguros de que no se vuelvan aún más fascinantes con el tiempo.

En Dönnhoff, la Felsenberg está actualmente incluso por encima de la Hermannshöhle, de la que proceden, con diferencia, los mejores vinos de la finca. También este año, este Riesling tremendamente convincente y al mismo tiempo muy elegante es uno de los grandes vinos de la añada, pero sigue siendo totalmente inabordable. También aquí no se ha dicho aún la última palabra.

El seductoramente jugoso Goldloch de Schlossgut Diel se presenta mucho más abierto. Un vino verdaderamente hedonista que, sin embargo, no convence sólo superficialmente. Además de todo su encanto y jugosidad, el Goldloch también posee una gran complejidad, una estructura tensa y un juego que no se suelta durante mucho tiempo. El Burgberg de la misma casa, en cambio, sigue completamente encerrado, extremadamente mineral, muy firme, casi anguloso. Una fortaleza a la que, por el momento, sólo se puede acceder de forma insuficiente, incluso con una larga aireación.

La finca Hermannsberg, por su parte, triunfa sobre todo con otro vino procedente de un viñedo de Schlossböckelheim. El Riesling de Kupfergrube pertenece a lo mejor que conocemos de este viñedo, con su finísimo picor, la típica nota de bayas oscuras y su perfecto equilibrio, e incluso supera al (también excelente) ejemplo de Schäfer-Fröhlich, cuya edición de 2009 se llevó la palma el año pasado. A un nivel igualmente alto se encuentran otros dos vinos de Tim Fröhlich, Halenberg y Felseneck, que este año ha producido quizás sus mejores vinos secos hasta la fecha.

Viñedos cerca de Wallhausen (Foto: DWI)

Inusualmente temprano en el año, probamos el Monzinger Halenberg y el Frühlingsplätzchen de Emrich-Schönleber. Mientras que este último ya era relativamente accesible, como siempre, el Halenberg demostró una vez más ser una caja fuerte de la que sólo se podían sacar sus cualidades de forma gradual y apenas completa, incluso con mucho aire. Como ocurre con muchos otros Grosses Gewächsen del Nahe, no nos sorprendería que este pudiera mejorar con un poco de envejecimiento en botella.

Esto no sería ni siquiera el final de nuestra enumeración de todos los vinos de primera clase de las bodegas mencionadas, pero preferimos concluir con uno que aún no se ha mencionado: desde que el príncipe Michael zu Salm-Salm cedió la dirección de la bodega Prinz zu Salm-Dalberg a sus hijos Constantin y Felix, las calidades de esta bodega de gestión ecológica han aumentado enormemente y hoy en día apenas son inferiores a las de las mejores bodegas de la región. En 2010, los Grosse Gewächse de los lugares de Wallhausen Felseneck y Johannisberg merecen toda la atención.

Todos los actuales catadores de Grosses Gewächse del Nahe en la guía de vinos (lamentablemente, la bodega Dr. Crusius no participó en la cata):

Nahe Riesling Großes Gewächs

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