Una vez más, hay que decir. Porque los Pinots alemanes fueron en su día mundialmente famosos y caros. Y aún hoy, algunos de los mejores Pinot Noir del país proceden de los mejores viñedos que fueron venerados hace siglos. Pero no sólo eso. Muchos Pinot Noir de primera clase crecen hoy en día en lugares que antes eran completamente desconocidos para los mejores vinos tintos. El tema apasionante de los próximos 20 años será averiguar cuáles de estos lugares reúnen realmente los requisitos necesarios para producir grandes vinos independientes. Muchos productores tienen que encontrar primero su estilo. Todavía se está experimentando mucho, y sólo unos pocos productores están ya tan avanzados que sólo es cuestión de hacer los últimos ajustes finos en el camino hacia un gran Pinot Noir. Pero, en primer lugar, no es de extrañar, dados los pocos años que lleva esta revolución de la calidad, y en segundo lugar, ya hemos experimentado en estos pocos años la rapidez con la que avanza el desarrollo. Así que apenas tendremos que esperar otra generación. Y no es que para entonces no tengamos suficiente con beber todos los excelentes Pinot Noir alemanes que ya existen.