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Las casi 140 hectáreas de viñedos del Hermitage se alzan en una sola ladera detrás de Tain l'Hermitage, en la orilla izquierda del Ródano, frente a Tournon. La montaña en sí es un bloque de granito, pero sólo en algunas zonas las vides están plantadas sobre granito puro. Especialmente en el este, predominan los depósitos de arcilla y canchales. Además, hay derivas de loess y polvo de roca calcárea por todas las laderas, que en su día fueron arrastradas por los glaciares desde los Alpes.

El Hermitage es una de las grandes leyendas del vino en Francia. La denominación se aplica tanto a los vinos blancos como a los tintos, y los blancos elaborados con Marsanne y Roussanne representan sólo una quinta parte de la producción. Idealmente, el Hermitage blanco puede ser tan majestuoso como su hermano tinto: concentrado, a menudo con más fruta blanca que amarilla, sobre todo cuando es joven, potente, normalmente algo ahumado por la madera, profundo, de múltiples capas y con una enorme mineralidad. Con la madurez, los vinos se vuelven más intensos, especiados y bacónicos, y a menudo muestran claros aromas florales y cerosos. Entonces también queda claro si el vino tiene la suficiente finura para una maduración armoniosa, o si se desliza hacia lo más rústico, lo que sí ocurre. Aun así, los vinos siguen siendo impresionantes, pero no siempre son divertidos.

En el caso de los vinos tintos, la madurez es mucho menos arriesgada. La vida de un Hermitage de primera clase puede medirse con seguridad en décadas, durante las cuales revela cada vez más sus capas de sabor. Al mismo tiempo, los vinos suelen ser mucho menos duros y prohibitivos en su juventud de lo que se dice. El Hermitage tinto, elaborado a partir de Syrah y a veces de pequeñas cantidades de las variedades blancas, puede ser asombrosamente jugoso incluso en su juventud, firme, profundo, complejo y, a pesar de toda su potencia y concentración, extremadamente fino, pulido y lleno de tensión, pero en esta fase temprana uno apenas es consciente de todas sus dimensiones gustativas. Un gran Hermitage bebido en el estado ideal de madurez es una de esas experiencias que deberían ocurrirle a todo amante del vino al menos una vez en su vida. Afortunadamente, los buenos ejemplares maduran tan lenta y armoniosamente que pueden disfrutarse en su mejor momento durante mucho tiempo.

Actualmente hemos catado una selección de 18 vinos, siete blancos y once tintos, como siempre a ciegas y varias veces durante un periodo de tiempo más largo. Al final de las listas se encuentran los enlaces a los vinos con notas de cata detalladas, así como a los productores. También hemos creado vídeos para las catas posteriores, que pueden verse en nuestro canal de Youtube aquí y aquí.

Ródano En el foco: Hermitage Hermitage AOC blanc

Ródano En el foco: Hermitage Hermitage AOC rouge

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