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En España, la vendimia comenzó a principios de agosto en Montilla y Aguilar de la Frontera (provincia de Córdoba), así como en las Islas Canarias, en el Penedés y Costers del Segre. Al igual que en Italia y Francia, las vides sufren aquí el gran calor y la persistente sequía. Las cooperativas y asociaciones agrarias del país estiman la cosecha en unos 42 millones de hectolitros, pero depende mucho de que las vides tengan que seguir teniendo sed o de que haya lluvias importantes. La escasez de mano de obra es una preocupación aún mayor para las bodegas españolas. Los viticultores esperan que unos 15.000 trabajadores de la vendimia se desplacen a Francia en las próximas semanas. Los salarios allí rondan los once euros por hora, tres euros más que en España.
(ru / Fuente: Winenews; Foto: 123rf.com)
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