Mientras partes de España han sido devastadas por tormentas destructivas, la DO Jumilla teme una pérdida de cosecha del 50 al 80% debido a la sequía. La variedad de uva más importante de la región, Monastrell, se cultiva casi exclusivamente sin riego y depende de las lluvias. Sin embargo, ha habido muy poca lluvia en los últimos tres años. Como informan los afectados, la sequía está llevando a los viñedos al borde de la destrucción y ha llevado a una "situación insostenible". Jumilla ha sido en gran parte salvada de las inundaciones de los últimos días.
Aunque el riego está permitido en la DO Jumilla. "Pero la zona no tiene acceso a agua de río y depende únicamente de las aguas subterráneas, que están casi agotadas," explica Esther González de Paz, jefa de comunicación de Wines of Jumilla. "Las plantas están sufriendo hasta morir." El viticultor Paco Gil, copropietario de Gil Family Estates, dijo: "Un poco de lluvia en septiembre nos dio un rayo de esperanza. Creemos que algunos viñedos que estaban al borde de la destrucción pudieron recuperar algunas reservas. Si el invierno nos trae más lluvia y un clima un poco más fresco, se recuperarán." La pequeña cantidad de uvas que se pudieron cosechar es de muy alta calidad.
(al / Fuente: drinksbusiness, investigación propia)