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El bajo nivel de consumo en Alemania está repercutiendo en la demanda de vinos. Según anunció la Asociación Alemana de Comercio (HDE) en el Monitor de Consumo, un tercio de los consumidores encuestados quiere comprar menos vino y destilados en un futuro próximo o incluso prescindir por completo de él. Según la encuesta, los grupos de productos de especialidades y delicatessen, así como el vino y destilados son los más afectados por la renuncia total a las compras. En cambio, más del 40% de los consumidores no quieren cambiar su comportamiento de compra.
El mal humor lo confirma el instituto de encuestas GfK en su actual estudio sobre el clima de consumo. En junio de 2022, el clima de consumo alcanzó un nuevo mínimo histórico desde que se realizó la encuesta por primera vez para el conjunto de Alemania en 1991. Debido a la guerra de Ucrania y a la inflación, el riesgo de recesión sigue siendo alto desde el punto de vista del consumidor. Según la HDE, también existe una discrepancia entre el aumento de precios percibido y el real. Esta diferencia es actualmente del 21% de media. Los aumentos de precio percibidos, dependiendo del grupo de productos encuestados, llegan a suponer hasta un 33%. En el caso del vino y de destilados, son del 26%, por lo que los precios reales en abril de 2022 eran efectivamente un 3,8% más altos que en abril de 2019. La HDE también atribuye el aumento de los precios percibidos a las numerosas informaciones aparecidas en los medios de comunicación.
De las 900 personas encuestadas, el 29% dijo que reduciría las visitas a restaurantes en el futuro y el 26% las vacaciones y excursiones. El 56% no quiere reducir su gasto en productos, servicios y actividades de ocio.
(al / Fuente: HDE, GfK; Foto: 123rf)
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