La gastronomía alemana se encuentra actualmente "en la crisis más grave de la posguerra". Así lo afirmó Guido Zöllick, Presidente de la Asociación Alemana de Hoteles y Restaurantes (Dehoga), en una rueda de prensa en Berlín. La reanudación de la industria tras las pérdidas y los cierres provocados por las restricciones de Covid se está viendo frenada "por el aumento masivo de los costes y las crecientes incertidumbres como consecuencia de la guerra de Ucrania". "Los retos actuales difícilmente podrían ser mayores", subrayó Zöllick.
En 2020, la facturación de la restauración y la hostelería se desplomó un 39,0% en términos reales (-36,5% en términos nominales) en comparación con 2019, según la Oficina Federal de Estadística. El año 2021 fue aún peor en comparación con el año anterior a la crisis, con pérdidas reales del 40,1% (nominal -36,1%). En el primer trimestre de 2022, la hostelería también sufrió una pérdida real del 32,5% en su facturación, según el presidente de Dehoga. "De marzo de 2020 a 2022, la industria ha perdido así 74.900 millones de euros nominales", explicó Guido Zöllick.
Según una encuesta de la asociación, los costes energéticos (85,6%), los precios de los alimentos (85,4%) y los costes de personal (67,0%) son actualmente las mayores preocupaciones de las empresas. Además, es especialmente amargo que a menudo no se pueda satisfacer una buena demanda por falta de personal. En una encuesta realizada por Dehoga a principios de junio, los gerentes de alrededor del 60% de las empresas se quejaron de una gran escasez de personal.
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