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En la Universidad de la Tierra de la UNESCO, en París, científicos y responsables de viticultura explicaron la capacidad de recuperación de los suelos. Al mismo tiempo, lamentaron la falta de respeto en la materia. Marc-André Selosse, profesor del Museo de Historia Natural de París, afirma: "El problema del suelo es cultural. Es la placenta de la humanidad, no tiene buena imagen, está sucia, y en ella enterramos a los muertos. La gente no ve el suelo como una solución".
Sin embargo, la sequía de 2022 tuvo poco impacto en la vida de los suelos de los viñedos, dijo, porque sus capacidades de amortiguación compensarían tales fluctuaciones. Con un millón de bacterias por gramo, el suelo posee la mayor biodiversidad de todos los hábitats. La agricultura moderna la ha dañado con el arado y el uso de herbicidas, pero Selosse afirma: "Hemos perdido poblaciones y diversidad, pero de momento no ha desaparecido ninguna especie".
Mathilde Boisseau, directora de viñas y vinos de Hennessy en Cognac, instó a sus colegas a tomar medidas. No existe una solución única para todos los casos, afirma, pero todo el mundo sabe cómo aplicar la cobertura del suelo. "Gestionamos a diario nuestras propias 180 hectáreas de viñedos y las utilizamos como laboratorio. Hemos plantado 7 km de setos. Llevamos ocho años experimentando y sacando conclusiones que compartimos con nuestros proveedores". Según Boisseau, esto protegería 32.000 hectáreas de viñedos.
Los oradores también pidieron que se impartan clases de ciencias medioambientales en las escuelas. "Incluso en las escuelas de ciencias agrarias se enseña la misma cantidad de matemáticas que de biología. La única solución es un enfoque interdisciplinar", afirma Selosse.
(al / Fuente: vitisphere; Foto: Alexander Lupersböck)