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El volumen de negocio con el vino en Alemania disminuyó alrededor de un cinco por ciento en 2017. Este es el resultado de un análisis de 30.000 hogares realizado por el instituto de estudios de mercado GfK por encargo del Instituto Alemán del Vino (DWI).
La razón principal de la disminución de las ventas fue el cambio demográfico, dijo la directora general de DWI, Monika Reule, a la agencia de noticias dpa. Los jóvenes compraron más vino que en los años anteriores, pero este aumento no pudo ser compensado por la disminución de las compras de vino de la población de mayor edad. Muchos ancianos, que bebían relativamente mucho vino, murieron en 2017. Sin embargo, esto no ha sido compensado por los clientes jóvenes. Además, la tendencia a una alimentación más consciente entre los más jóvenes ha incrementado el descenso, según Reule. Sin embargo, esta evolución no es nueva. Incluso naciones vinícolas como Francia e Italia llevan mucho tiempo luchando contra este problema.
Según una estimación de la DWI calculada por separado, los ciudadanos alemanes gastan cada año unos seis mil millones de euros en vino. Para ello, compran aproximadamente la mitad de vino alemán y la mitad de vino extranjero.
(uka / Foto: Instituto Alemán del Vino)