El marco jurídico de la UE para los vinos con indicación geográfica protegida, que incluye todos los productos con un estrecho vínculo con la zona geográfica (es decir, DOP e IGP), se basa en las mismas normas que las de las demás denominaciones de origen europeas de productos agrícolas (reconocimiento, registro, protección), con un importante elemento adicional: la promoción y el fomento en los mercados no europeos hasta 2013. Para ello, existe un plan nacional de apoyo, establecido internamente por cada país. Los fondos proceden de la UE y se han distribuido de la siguiente manera para Italia:
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| La distribución de fondos (cifras en euros) a partir del 01.07.2009 por parte del Ministero delle politiche agricole alimentari e forestali (MIPAAF) |
Dado que los nuevos procedimientos de reconocimiento y aprobación de nuevas denominaciones de origen serán mucho más complejos a partir de 2012 y en ellos participarán no sólo los Estados miembros, sino también las instituciones europeas, se crearon rápidamente algunas nuevas "zonas protegidas" antes de que expirara el plazo, como la DOC Valtènesi (Lombardía): Lago de Garda), la DOC Terre di Colleoni (Lombardía: Valcalepio), la DOC Val d'Arno di Sopra (Toscana), la DOC Casavecchia di Pontelatone y la DOC Campi Flegrei (ambas en Campania), la DOC Terre d'Otranto y la DOC Negramaro di Terre d'Otranto (ambas en Apulia), y muchas más. Además, se realizaron numerosas ampliaciones de las normas de producción existentes con la aprobación de variedades de uva o tipologías de vino adicionales.
En lugar de simplificar y consolidar el ya complicado y ramificado sistema, ahora hay 59 DOCG, 333 DOC y 118 IGT, para un total de 510 vinos con denominación de origen protegida solo en Italia (a 31 de junio de 2011). Hace dos años, cuando se modificó la normativa del mercado del vino, todavía había 479.
La IGT italiana pasa a ser la categoría europea IGP (alemán: g.g.A.); la DOCG y la DOC se convierten en DOP (alemán: g.U.).
En las etiquetas de las botellas de vino italianas, pueden utilizarse sólo los términos específicos italianos y sus abreviaturas (DOCG, DOC, IGT) o sólo los términos europeos (DOP e IGP), o ambos juntos. Estas opciones se han concedido en el reglamento de aplicación italiano, tanto para dar expresión a la especificidad italiana con sus términos tradicionales, como para evitar un "aplanamiento" de la DOCG a la DOC, ya que ambas se unificarían bajo la etiqueta única DOP, aunque la pirámide de calidad italiana clasifica el último nivel de la DOCG como el más excelente que Italia puede ofrecer.
En otras palabras, en lo que respecta a las denominaciones de las etiquetas, esto permite a los productores cierta libertad operativa, que puede llevar fácilmente a la confusión del consumidor. Es la bodega la que decide si utiliza la antigua o la nueva denominación, y ni siquiera tiene que ser la misma para toda la producción o categoría de vino. Ejemplo: Si alguien produce un vino en Sicilia con la "DOC Menfi", puede decidir que el lote que venda en el extranjero lleve en la etiqueta la DOC Menfi y posiblemente también la DOP Menfi, y para el mismo producto que venda en Italia, sólo utilice la DOP Menfi, o viceversa.
A partir de 2012, esta práctica no cambiará, y cada uno es libre de decidir si utiliza la antigua, la nueva o ambas denominaciones, al igual que durante el periodo transitorio. Esto se aplica a las denominaciones DOCG, DOC, IGT, DOP e IGP. En cuanto a las demás indicaciones obligatorias o facultativas, tendrán que adaptarse a las nuevas normas, que prevén algunos cambios, como la obligación para las DOCG y DOC de indicar en la etiqueta el año de producción de la uva (excepto para los vinos de licor, los espumosos y los "frizzanti"), un requisito que ya contemplaba la mayoría de los reglamentos, pero que no era obligatorio para todas las denominaciones.