¿Cuál es el estado de ánimo actual de la industria gastronómica?
Brandweiner: El primer periodo tras el cierre fue difícil, pero desde mediados de junio el negocio ha vuelto a funcionar a pleno rendimiento. Y desde entonces sólo ha ido cuesta arriba. Llama la atención la gran cantidad de consultas para bodas, cumpleaños y celebraciones familiares, y no podemos responder a todas. Hay una gran necesidad de ponerse al día. E incluso en los días que normalmente no son los más concurridos, estamos ocupados a la hora de comer y por la noche e incluso tenemos que rechazar a los clientes.