Personajes distintivos, individualistas y buenos representantes de su terruño - así son los vinos de la bodega del Palatinado Dr. Bürklin-Wolf, que crecen en las parcelas de Rieling más preciadas del mundo. Una herencia que todavía hoy se protege y se celebra en la bodega gestionada por sus propietarios con los más altos estándares.Un tesoro suele estar enterrado en lo más profundo de la tierra. Protegido en la oscuridad, guardado en una caja. Pero también existen esos tesoros que tienen sus raíces escondidas en la tierra segura, pero que presentan su bondad especial, expuestos a la luz del sol. Un tesoro de este tipo son las famosas hileras de viñas de la bodega Dr. Bürklin-Wolf, en el Palatinado, que cuenta con una historia de más de 400 años. Los orígenes de la tradicional casa, que ha permanecido en manos de la familia durante todos estos siglos, se remontan a 1597. Desde 1990, ha sido Bettina Bürklin-von Guradze, la hija mayor del Dr. Albert Bürklin, quien ha asumido el legado paterno de 15 viñedos individuales, rindiendo homenaje a los pasos de sus antepasados, pero combinándolos con su propia visión. Pero una cosa ha sido siempre su objetivo final: producir excelentes Rieslings de primera calidad, y hacerlo en armonía con la naturaleza.
"La fuente de poder de la que la vid extrae su energía se convierte en un todo unificado en la viticultura biodinámica", asegura Bettina Bürklin-von Guradze. Así que no es de extrañar que la conversión precisamente a este método de cultivo biodinámico fuera uno de sus principales objetivos, que pudo poner en práctica ya en 2005. Un signo de la sabia previsión de la familia. El talento para leer hábilmente los signos de los tiempos. Pero también por la concienciación de llevar este gran patrimonio vinícola a un futuro saludable para las próximas generaciones. Este enfoque natural también respalda el esfuerzo por capturar perfectamente la diversidad y la profundidad del terruño único, que se basa en la arenisca roja, el basalto y la piedra caliza, en vinos galardonados. Pues son lugares de primera línea como el Deidesheimer Kalkofen, el Forster Pechstein, el Kirchenstück en Forst o el Rupertsberger Gaisböhl donde prosperan las exquisitas uvas de la bodega. "Estos valiosos lugares ya eran famosos por los mejores Rieslings en el siglo XIX. Por lo tanto, siguiendo esta tradición, nos concentramos en esta variedad de uva tan valiosa", explica el director general Steffen Brahner.
Así, bajo el cuidado del responsable de los viñedos, Jan Hock, el 90 por ciento de Riesling crece en los viñedos de la bodega de 89 hectáreas. Fiel al lema de que "los grandes vinos son un reflejo de su ubicación", el objetivo es captar las características propias de cada viñedo de primera, de cada microcosmos, y reflejarlas en el vino. Las uvas de alta calidad del Riesling son la metáfora aromática que cuenta la historia de su respectiva denominación. "La variedad de uva Riesling nos ayuda a captar esta esencia como ninguna otra", explica Steffen Brahner. Con la vista puesta en nuestro país vecino, Francia, donde esta conciencia de las zonas de origen y las clasificaciones se vive de forma mucho más consciente, la bodega creó su propia pirámide de calidad ya en 1990. Se presta especial atención a los G.C. (los Grand Crus) y a los P.C. Rieslings (comparables a los sitios Premier Cru de Borgoña). "Estos vinos tienen un enorme potencial de envejecimiento de 20 años en adelante", sabe Steffen Brahner. Por ello, grandes cantidades de cada cosecha se almacenan en las bodegas de crianza de la bodega y sólo se venden cuando han desarrollado su verdadera grandeza. Un reclamo especial que no sólo representa la tradición, sino también el orgullo y la visión.
Le invitamos cordialmente a experimentar esta gran bodega con su 2021 Wachenheim Riesling conocer en diciembre en nuestras catas online wein.plus:club. Las plazas, que están disponibles para el B2B y los consumidores finales, son muy limitadas.
Puede adquirir el vino destacado en los siguientes distribuidores.