Robots y drones en el viñedo, sensores en el tanque de fermentación, el código QR en la etiqueta electrónica: la digitalización está empezando a cambiar la
viticultura a pasos agigantados. La inteligencia artificial (IA) desempeñará un papel decisivo en este sentido. ¿Seguirá el coche autodirigido al barril de
vino autoprensado? Markus Blaser y Uwe Kauss han investigado qué tendencias determinarán el futuro del vino.
Enero y febrero es la época de la poda. No es una tarea fácil, sino que requiere rapidez, precisión y experiencia. Debido a la creciente escasez de especialistas bien formados, en el futuro veremos con más frecuencia en los viñedos figuras de aspecto futurista: trabajadores semicualificados con auriculares cuya "realidad aumentada" les muestra dónde hacer qué cortes en cada cepa.