Los opositores a este enfoque, sin embargo, critican con razón desde tiempos inmemoriales que no se puede beber puntos. De hecho, una calificación alta dice mucho sobre el lugar que ocupa un vino en términos de calidad en una escala global, pero lo bien que se desempeña en su respectivo estilo, categoría o rango de precios es algo que el lector tiene que averiguar por sí mismo. Además, no tiene ninguna garantía de que le vaya a gustar un vino muy valorado, mientras que puede pasar por alto muchos vinos que se ajustarían exactamente a sus gustos pero que pasan desapercibidos debido a las bajas valoraciones.
Y no es de extrañar, porque nosotros, como catadores, sentimos lo mismo. Tenemos que calificar muy bien vinos que pueden no gustarnos en absoluto, pero que, considerados neutralmente, son de gran clase. Del mismo modo, no tenemos más remedio que calificar vinos inferiores que nos gustan excepcionalmente si no pueden ser calificados más alto según parámetros objetivos de calidad (como la complejidad, la profundidad o la longitud).
Nos hemos devanado los sesos para resolver este dilema desde que existe Wein-Plus. La situación se agrava aún más, ya que gran parte de los órganos de crítica del sector vitivinícola impulsan una inflación de puntuaciones que ya no tiene nada que ver con la realidad y que apenas ofrece al lector resultados que puedan tomarse en serio. En este modelo de negocio, que consiste en contentar al máximo a productores y anunciantes sin ningún esfuerzo, el lector sólo juega un papel secundario.
Con la introducción de la "Vinos favoritos", estamos adoptando un enfoque diferente. Con el corazón, sólo premiamos los vinos que personalmente nos parecen especialmente sabrosos. En nuestra opinión, estos son siempre los vinos más finos e interesantes de su respectivo estilo, origen o rango de precios. Puede ser el raro y caro producto estrella de una bodega legendaria, así como el asombrosamente bebible y económico vino de entrada de un productor completamente desconocido, un vino con 96 puntos, así como uno con 84. Al mismo tiempo, intentamos devolver a las puntuaciones más bajas y a los vinos considerados con ellas la importancia y la atención que merecen según la idea original del sistema de 100 puntos, que desgraciadamente ha sido completamente diluida por la mayoría de los usuarios de este sistema en el ínterin, en muchos casos incluso llevada ad absurdum.
Por supuesto, aún no hay garantía de que un vino con corazón sepa bien a todos nuestros lectores, pero sí está garantizado que nos sepa bien a nosotros. Por consiguiente, los vinos que presentamos a los suscriptores de nuestro paquete de degustación hasta 5 veces al año se seleccionan exclusivamente del conjunto de nuestros vinos favoritos. Porque aquí siempre ha sido cierto: sólo entra en el envase lo que a nosotros mismos nos gusta beber.