La DO
Montsant ha estado
durante mucho tiempo eclipsada por su famosa vecina, la DO
Priorat, que la rodea como una herradura. Es montañosa y supone un reto tanto para
los viticultores como para
los excursionistas. La
viticultura está dominada por las dos variedades de
uva tinta Garnatxa y Carinyena. El
vino blanco sólo se cultiva en unas 100 de las 2.000 hectáreas totales.
Los suelos son un mosaico de piedra caliza, granito y pizarra con más o menos arcilla roja. El clima es templado-mediterráneo, y las montañas de la costa proporcionan fuertes fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche. Las temperaturas medias oscilan entre
los 9°C y
los 21°C.
En 2008 se inició un estudio que definió seis subzonas, en las que las uvas adquieren características diferentes según el suelo y el microclima.
Los viñedos, que suelen ser pequeñas parcelas, se encuentran entre 200 y 700 metros sobre el nivel del mar. Gestionarlas en armonía con la naturaleza es una de las principales preocupaciones de las
bodegas aquí presentadas.