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Según el Instituto Alemán del Vino (DWI), la gama de vinos y espumosos sin alcohol que ofrecen los viñedos, las cooperativas de viticultores y las bodegas ha aumentado considerablemente en los últimos años. Sin embargo, su cuota de mercado en el consumo total de vino sigue siendo inferior al 1%, aunque "casi todos los proveedores informan de un aumento de las cifras de ventas". La cuota de mercado del vino espumoso sin alcohol es ya significativamente mayor, con un 5% del consumo de vino espumoso.
Ya en la primavera de 2020, el instituto de estudios de mercado Nielsen había organizado una encuesta de consumo de vinos y espumosos sin alcohol por encargo de la DWI. Entre las 16.883 personas encuestadas del panel de hogares de Nielsen, todavía era poco conocido que también existe el vino sin alcohol. Sólo el 15% de los encuestados conocía el vino blanco sin alcohol, el 12% el tinto y el 9% la alternativa del rosado. De estos grupos de personas, aproximadamente una cuarta parte ya había bebido el tipo de vino sin alcohol indicado. En el caso de los vinos espumosos sin alcohol, el nivel de conocimiento era significativamente mayor, con un 53%. Casi dos tercios de las personas que conocían los vinos espumosos sin alcohol también los habían consumido ya. La participación en el tráfico rodado fue nombrada como el motivo de consumo más importante, pero la abstención general de alcohol también desempeñó un papel más importante.
Según la encuesta, las mujeres consumen más vino sin alcohol y vino espumoso que los hombres, con una cuota del 60 al 66%. El vino blanco sin alcohol lo beben, por encima de la media, los consumidores con un alto nivel de riqueza y, de forma desproporcionada, aquellos cuyos hijos ya no viven en el hogar paterno.
(uka / Foto: Instituto Alemán del Vino)