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El gigante francés del vino Castel Frères reclama 100.000 euros de indemnización a los viticultores que se manifestaron ante el centro de producción de Blanquefort, cerca de Burdeos, el 28 de febrero. Castel Frères, que afirma ser el tercer grupo vitivinícola mundial, con una facturación de 720 millones de euros y 400 millones de botellas vendidas al año, declaró que tuvo que pagar gastos de limpieza por valor de unos 69.000 euros, sufrió pérdidas económicas de más de 11.000 euros por el bloqueo de la entrada de la fábrica y 20.000 euros en daños a su imagen.
Se quemaron viñas y pacas de heno y se derramaron purines durante las protestas de varios sindicatos y colectivos agrarios a favor de mejores precios para la uva y el vino. "La manifestación fue muy amistosa en comparación con la urgencia y lo que practica Castel", dice un portavoz de los viticultores. "Castel, el mayor négociant de Burdeos, compra todos los días vinos a precios que sólo cubren la mitad o un tercio de los costes de producción. Pero los viticultores no deberían tener derecho a expresar su desacuerdo". Los manifestantes niegan que se hayan producido destrozos. Reconocen que la limpieza, recogida y eliminación de residuos ocasionó gastos. Sin embargo, como el plan de protesta se había hecho público con antelación, las entregas en el lugar podrían haberse pospuesto. No se presentó ni un solo camión y las fuerzas de seguridad estuvieron presentes durante toda la acción. Las manifestaciones no impidieron a la empresa desarrollar su actividad.
El 8 de abril se celebró una reunión con representantes del sector para negociar mejores condiciones para los viticultores. La denuncia se considera un intento de intimidación.
(al / Fuente: vitisphere)