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El "Conseil Interprofessionnel du Vin de Bordeaux" (CIVB) tiene "grandes esperanzas" en la cosecha de Burdeos de 2020. La asociación de viticultores ha anunciado que el volumen de la cosecha, de 5 millones de hectolitros, está justo por debajo de la media de los últimos diez años. La organización del trabajo de la viña en las condiciones del encierro de Corona había sido una "dura prueba". Sin embargo, las condiciones meteorológicas fueron "ideales" para la maduración de las uvas. El otoño, de cálido a caluroso, con temperaturas nocturnas, sin embargo, frescas, hizo avanzar óptimamente el desarrollo de la maduración.
La vendimia de las uvas de Crémant ya había comenzado el 15 de agosto, la de Merlot siguió hacia el 5 de septiembre y la de Cabernet Sauvignon el 14 de septiembre. El último día de cosecha terminó el 30 de septiembre. La elevada madurez fenólica de las uvas había hecho posible un excelente desarrollo de los aromas; además, se había logrado un equilibrio óptimo entre el alcohol, los taninos y la acidez. El CIVB evalúa la calidad con júbilo: "Esta añada pasará a la historia de los vinos de Bordelais", escribe la asociación.
(uka / Foto: Wikipedia)