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En 2018, Italia exportó vino por un valor récord de 6.200 millones de euros. Esto supone un 3,3% más que en 2017, según anunció la Unione Italiana Vini (UIV), basándose en las cifras del instituto de investigación de mercados agrícolas ISMEA. Sin embargo, el volumen de ventas descendió un 8%, hasta los 19,8 millones de hectolitros. Las razones fueron la escasa cosecha de 2017, pero también una demanda significativamente menor.
Según la UIV, la categoría de vino más importante en la exportación es el vino espumoso. Aquí, la facturación aumentó un 11,2%, hasta los 1.500 millones de euros, y el volumen de ventas aumentó un 5,7%, hasta los 3,9 millones de hectolitros. El prosecco volvió a ser el motor de las ventas, con un aumento del 15% en la facturación y del 10% en el volumen de ventas. Alemania sigue siendo uno de los principales consumidores de Prosecco. En este caso, el vino espumoso registró un aumento de las ventas del doce por ciento, a pesar de que los volúmenes sólo aumentaron un tres por ciento.
En cambio, en el caso de los vinos tranquilos, la UIV registró un descenso del 5% en el volumen total de las exportaciones. Sin embargo, el precio medio por botella también aumentó un 5%. En Alemania, el número de botellas vendidas incluso disminuyó un diez por ciento, los precios, sin embargo, aumentaron un cuatro por ciento.
(uka / foto: Wikipedia)