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La Asociación Alemana de Viticultores (DWV) se opone una vez más a la prohibición total de los productos fitosanitarios prevista por la UE en las denominadas "zonas sensibles". La asociación está presionando al Gobierno alemán y a la Comisión de la UE para que ajusten la propuesta comunitaria de reglamento "sobre el uso sostenible de los productos fitosanitarios (SUR)". Una prohibición radical en las zonas protegidas significaría el fin de cualquier cultivo de viñedos y, por tanto, el abandono del paisaje estructuralmente rico digno de protección y, a medio plazo, de los sectores económicos situados aguas abajo.
"Sólo a través del uso como terreno vitícola se fomenta de forma demostrable la biodiversidad en muchas zonas protegidas. Especialmente en lugares con muros de piedra seca. Éstas han asegurado durante siglos el viñedos en laderas de gran pendiente de los viñedos y proporcionan hábitats a animales dignos de protección como el lagarto de muro o la mariposa Apolo", afirma el presidente de DWV, Klaus Schneider. Los efectos positivos de la gestión vitícola deben tenerse en cuenta en el paquete fitosanitario propuesto por la UE.
"En lugar de prohibiciones totales para alcanzar los objetivos, abogamos por el análisis de potenciales de reducción en la viticultura que concilien la sostenibilidad y la conservación del paisaje", explica el secretario general de DWV, Christian Schwörer. "Para una aplicación satisfactoria de los objetivos, los requisitos también deben diseñarse de forma práctica en los ámbitos de la planificación, el seguimiento y la evaluación, de modo que los viticultores puedan centrar sus recursos en la aplicación de medidas concretas con carácter prioritario."
(ru / Fuente: DWI; Foto: 123rf.com)