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Hoy, 6 de agosto, y por lo tanto con más antelación que nunca, se ha anunciado en Lörzweiler, Rheinhessen, el inicio oficial de la vendimia 2018 para Federweißen. Según el Instituto Alemán del Vino (DWI), las uvas cosechadas de la precoz variedad Solaris eran ya extraordinariamente dulces, con un peso del mosto superior a los 90 grados Oechsle. Hasta ahora, la fecha de cosecha más temprana el 8 de agosto fue en 2007, 2011 y 2014.
También en el Palatinado o en Baden, la cosecha de la especialidad de otoño comenzará en los próximos días. En algunos casos, las primeras uvas para la producción de vino espumoso, para el que la acidez de la fruta es especialmente importante, se cosecharán al mismo tiempo.
Según el Instituto Alemán del Vino, las asociaciones de viticultores también esperan que la vendimia principal para la vinificación de variedades como la Müller-Thurgau o la Frühburgunder comience especialmente pronto este año, a finales de agosto. Por primera vez, esto también es cierto para la región vinícola más septentrional de Alemania, Saale-Unstrut. Según la DWI, las variedades de maduración más tardía, como el Riesling o el Pinot Noir, deberían estar listas para la cosecha a mediados de septiembre, en lugar de a principios de octubre de este año.
Este desarrollo se inició con el abril más cálido desde el inicio de los registros meteorológicos, lo que ya provocó una floración temprana. El verano, muy soleado, ha acelerado además la maduración, de modo que el desarrollo de las vides se encuentra actualmente unas tres semanas por delante de la media a largo plazo.
A pesar de la sequía, que ha durado unas ocho semanas, las vides más viejas siguen siendo "sorprendentemente vitales" gracias a su profundo sistema de raíces. Sin embargo, sobre todo en los suelos poco profundos y en los viñedos más jóvenes, hay que regar las plantas mientras tanto porque las reservas de agua allí están casi agotadas.
(uka / Foto: Instituto Alemán del Vino)