|
|
Los viticultores sudafricanos esperan que la cosecha de 2018 sea la más pequeña en términos de cantidad desde 2005. En la actualidad, la masiva y prolongada sequía amenaza a las fincas y cooperativas vinícolas, de las que viven miles de temporeros. La escasez de agua afecta a la viticultura por tercer año consecutivo. Los depósitos de agua sólo se llenan hasta el treinta o cerca del cuarenta por ciento, advierte la organización vinícola VinPro. Esto difícilmente será suficiente sin la lluvia y, por lo tanto, tendrá consecuencias drásticas para la próxima cosecha.
Además, las heladas de la primavera, es decir, de octubre y noviembre, han causado graves daños en algunas regiones vitivinícolas como Robertson y Breedeklof. Así, los responsables esperan para 2018 la menor cosecha desde hace más de diez años. La región del Cabo Occidental sufre actualmente la mayor y más larga sequía de la historia del país. Además, la reducción significativa de las oportunidades de trabajo para los temporeros podría agravar aún más las tensiones sociales.
(uka / Foto: Wines of South Africa)