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Un estudio de la Universidad de Cambridge demuestra que el uso de copas de vino más pequeño puede reducir el consumo de vino. En experimentos con 217 hogares británicos, los científicos descubrieron una disminución del 6,5% en el consumo de vino cuando los participantes en el estudio bebían en vasos más pequeños. Durante el periodo de estudio de cuatro semanas, se asignó a los participantes de forma aleatoria copas de vino con una capacidad de 290 mililitros o 350 mililitros.
El estudio, publicado en la revista Addiction, también examinó el tamaño de las botellas. Los hogares que participaron en el estudio bebieron de botellas de 0,75 litros durante una quincena y de medias botellas (0,375 l) durante una quincena. El consumo de vino disminuyó un 3,6% cuando se utilizaron medias botellas frente a las de 0,75 litros. Según los investigadores, este descenso fue insignificante.
Los investigadores afirmaron que los resultados eran coherentes con las pruebas existentes sobre el impacto del tamaño de los cristales en la industria de la hostelería. Sin embargo, es necesario seguir investigando para sacar conclusiones firmes, dijeron. Si los efectos del tamaño de la copa de vino sobre el consumo de alcohol resultan ser fiables y persisten durante un periodo de tiempo más largo, las copas de vino más pequeñas en los hogares podrían contribuir efectivamente a la reducción del consumo de alcohol a largo plazo.
(ru / Fuente: Decanter; Foto: 123rf.com)