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Los enormes incendios forestales y una ola de calor extrema con temperaturas diurnas de hasta 45 grados amenazan la cosecha de vino en Australia. Además, existe un gran peligro de que las uvas que se encuentran cerca de los incendios forestales, por ejemplo en la región del Valle de Hunter, que es la más importante, dejen de ser aptas para la producción de vino debido a los malos sabores del humo. Además, las vides sufren masivamente las quemaduras del sol.
En el valle de Barossa, no son tanto los amenazantes muros de fuego como el calor y el sol extremos los que suponen un enorme problema para los viticultores. Sólo los viñedos con sistemas de riego sufrirían menos, según la Asociación de la Industria del Vino de Nueva Gales del Sur. Ahora depende de cuánto tiempo dure el calor y la sequedad para poder cosechar las uvas con buena calidad.
(uka / Foto: Wikipedia - Olivier Colas)