Fue el año de la caída en desgracia de Burdeos. Los precios subieron de forma desproporcionada -después del buen 1996- aunque fue un año entre mediocre y modesto. Parker: "Una añada que evoluciona rápidamente y que, a excepción de los vinos más concentrados, habrá tocado techo en 2012... Los precios de suscripción eran absurdamente altos cuando los vinos llegaron al mercado..." "Absurdamente alto", opinó incluso Parker. Château Cos d'Estournel era entonces uno de los principales impulsores de los precios (1994 = 26 Fr., 1996 = 45 Fr. ,1997 = 65 Fr.) del "nuevo nivel de precios" de los Burdeos clasificados. Hoy se puede sonreír por ello, pero en aquel momento no se sabía lo que traerían los años 2000, 2005 y 2009. (Cos d'Estournel suscripción 2000 = 110 Fr., 2005 = 230 Fr., 2009 = 360 Fr.) Con los nuevos "precios en línea con el mercado", los precios de las añadas más antiguas también subieron, de modo que esta 1997 (¡puntos Parker 87!) cuesta hoy aproximadamente 130 Fr. La botella, que hace unos años todavía se ofrecía por debajo del precio de suscripción (cuasi en descuento), es ahora tan "valiosa" que uno -en un día normal- apenas quiere meter la mano en el botellero para servirla.
No obstante, acabo de regresar de Francia y he metido la mano en ella. ¿Y? El vino ha aguantado mejor de lo que creía; sigue siendo un Burdeos casi halagüeño, especiado y suave; poco tanino, poca acidez, poca potencia; pero aromas agradables, estructura redonda; se ha convertido en un vino agradable, bastante señorial y con cuerpo, con un final medio.
No me gusta abrir la factura. ¿Mereció la pena? Tal vez, ciertamente al precio de suscripción de entonces (ya inflado). Lo principal -no siempre hay que hacer cuentas- es si el vino es divertido y agradable y hace que la velada sea placentera. Y esto es lo que hizo.