La elegancia natural de los grandes Borgoñas: eso es lo que representa la Maison Joseph Drouhin. Ya en su cuarta generación, la grandeza vinófila de la región se vive en una de las casas tradicionales más conocidas de Borgoña. Y esto, desde hace mucho tiempo, con la conciencia de la biodinámica.Un mosaico es como un rompecabezas, formado por innumerables piezas pequeñas que al final se suman para formar algo grande, entero y perfecto. Estas pequeñas piezas -llamémoslas denominaciones en nuestro caso- no tienen por qué estar hechas del mismo material. Lo único importante es que encajen perfectamente y se fundan entre sí. Este es precisamente el secreto del terruño de Borgoña: "Es un mosaico mágico de parcelas de viñedo -los llamados climats- que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO", afirma entusiasmado Mathieu Buvel, director de marketing de la bodega Joseph Drouhin. Y es precisamente de esta interacción de muchos pequeños viñedos y parcelas individuales de donde se nutre la renombrada casa tradicional: hay 100 denominaciones -de Chablis a Côte de Nuits, Côte de Beaune, Côte Chalonnaise y Mâconnais- en toda la región vinícola de Borgoña que forman la base de los vinos de Joseph Drouhin. Entre ellos se encuentran muchos Premiers Crus y Grands Crus, como Clos des Mouches, Musigny, Amoureuses, Corton-Charlemange o Bèze. "Nuestra pasión es descubrir e interpretar los mejores terruños de Borgoña", aclara Buvel.
La historia de la Maison Joseph Drouhin comenzó cuando el emprendedor homónimo de 22 años se instaló en Beaune en 1880 y sentó las bases de una fascinante historia vitivinícola. Ya entonces, su objetivo era producir vinos de gran calidad. Una máxima que ha continuado la familia a lo largo de los últimos 150 años, y aún hoy, en la cuarta generación. La máxima calidad, el saber hacer y la experiencia son un valioso tesoro en el que se basa todo. En la actualidad, la propiedad cuenta con 93 hectáreas de viñedos, que figuran entre los más importantes de Borgoña y se cultivan íntegramente según los principios de la viticultura ecológica y biodinámica. "Sólo utilizamos productos naturales y todas las medidas que tomamos demuestran el máximo respeto por el suelo, las vides y el medio ambiente, certificado desde 1988. Dejamos que las cosas sigan su curso natural en el viñedo e intervenimos lo menos posible", prosigue Buvel. Este enfoque es la base decisiva para captar de la mejor manera posible la originalidad del terruño y resaltar así el estilo de la añada. Unido a los prometedores atributos finura, elegancia y armonía, esto es lo que conforma el estilo de los vinos Joseph Drouhin. "Un estilo que consiste en sueños y placer", afirma el veterano compañero de la casa tradicional.
Es en las dos variedades de uva, Chardonnay y Pinot Noir, donde la Maison Joseph Drouhin captura el mosaico mágico de Borgoña, y cuya perfección y revelación acompañan atenta y conscientemente el dúo de maestros bodegueros Jérôme Faure-Brac y Véronique Boss-Drouhin con mucha libertad para desarrollar los propios vinos. "Parte de nuestros vinos envejecen en bodegas que ocupan una hectárea en el corazón de Beaune. Nuestras botellas también envejecen allí". Decir que estas bóvedas son históricas es casi quedarse corto: en el siglo IV sirvieron de fortificaciones romanas, fueron utilizadas por los canónigos en el siglo XIII, más tarde por los duques de Borgoña y también por los reyes de Francia. Entrelazar esta historia con la propia conduce inevitablemente a que el respeto por este gran patrimonio se viva en familia como algo natural. Y todo ello siempre acompañado de la facilité francesa -ligereza- y del amor por el placer. Al fin y al cabo, "cuanto más te guste el vino, más probable es que vengas a Drouhin", dice Buvel guiñando un ojo.
Le invitamos cordialmente a visitar esta gran bodega con 2021 Cote de Beaune blanc en marzo en nuestras catas en línea wein.plus:club. Las plazas, disponibles tanto para B2B como para consumidores, son muy limitadas.
Puede adquirir el vino destacado en los siguientes distribuidores.