El champán ha alcanzado un alto nivel de ventas, con un buen comportamiento de los precios y con un número creciente de marcas que se han clasificado para su inclusión, aunque todavía no hayan llegado a la cima.
El champán más destacado ha sido el Cristal de Louis Roederer, uno de los tres champagnes que se encuentran entre los 10 primeros. Ha sido el vino más comercializado en volumen y el tercero en valor durante el último año del Power 100. Entró por primera vez en el top 10 en el Power 100 de 2019 y no lo ha abandonado desde entonces.
Puede que Dom Pérignon tenga un rendimiento de precios más fuerte y que Krug tenga un precio comercial medio más alto, pero medido por sus niveles de comercio, Cristal se ha convertido en el abanderado del impulso del mercado secundario de Champagne.
Otro grupo de productores a los que vale la pena prestar atención a medida que evoluciona la categoría son algunas de las marcas de "productores", como Jacques Selosse.
Selosse (que entró en el Power 100 el año pasado) ha subido 25 puestos hasta el 11º este año, gracias al buen comportamiento de los precios y a su elevado precio medio de venta. Egly-Ouriet es otra de las casas más pequeñas que ha entrado en el top 100 este año, desde el puesto 260 del año pasado.
Por último, aunque no han entrado en el top 100, la segunda y tercera marcas con mejor comportamiento de los precios, sólo por detrás de Arnoux-Lachaux, son ambas Champagnes, Ulysse Collin y Jérôme Prévost.
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