El empresario toscano Antonio Moretti, propietario de la célebre bodega supertusca Sette Ponti, ha sido puesto bajo arresto domiciliario por la fiscalía de Arezzo como sospechoso de blanqueo de capitales y de varios delitos, como evasión de impuestos y fraude concursal. Además, las autoridades se incautaron de 179 propiedades, 500 hectáreas de tierra y viñedos en Toscana, Emilia-Romaña y Sicilia, 14 empresas y la bodega "Oreno" Sette Ponti. Según la agencia de noticias Ansa, tres personas más han sido detenidas, entre ellas el hijo de Moretti, Andrea, y uno de sus asesores más importantes. En total, la policía está investigando a 16 personas por asociación ilícita.
Según la Guardia di Finanza, la banda había contratado especialmente a testaferros para posicionar con éxito a las empresas en el mercado y luego llevarlas a la quiebra. No pagaban ni impuestos, ni derechos, ni préstamos bancarios. Tras la insolvencia, la banda fundó nuevas empresas con el mismo fin. Según la fiscalía, el dinero así malversado fluyó hacia nuevas participaciones y empresas en el sector sector del vino, el negocio textil y el turismo.
(uka)