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En el campus de la Universidad de Verona en San Floriano en Valpolicella, se han plantado por primera vez en Europa vides que han sido cultivadas con la ayuda de la Nueva Tecnología Genética (NGT).
Las vides de Chardonnay deberían ser significativamente menos susceptibles al mildiu. Son el resultado del proyecto de investigación Vitea del grupo de trabajo de genética agrícola del Instituto de Biotecnología de la Universidad de Verona bajo la dirección de Mario Pezzotti y la empresa derivada de la universidad Edivite.
“Los desafíos del futuro se centran principalmente en la sostenibilidad y deben ser considerados a la luz del cambio climático: ¿están las variedades que utilizamos y que son fundamentales para nuestras regiones preparadas para estos desafíos? Una solución podría ser la técnica NGT, que permite preservar la identidad genética de las variedades al modificar solo ciertas características para aumentar la resistencia. Considero que este es un camino prometedor para el futuro de la viticultura”, dice Giovanni Battista Tornielli, profesor de viticultura en la Universidad de Padua y asesor científico del proyecto.
“Esta tecnología ha revolucionado la forma en que podemos acceder al material genético, haciéndolo mucho más preciso y adaptable”, explica también Sara Zenoni, profesora de genética agrícola en la Universidad de Verona y cofundadora de Edivite. Después de años de investigación, Zenoni y sus colegas lograron por primera vez en 2019 regenerar una vid a partir de una sola célula. A finales de 2020 se fundó la empresa derivada, y en 2022 se creó la primera vid NGT que presentaba una mutación específica en el gen DMR6. Esto la hace no susceptible al mildiu.
En la nueva tecnología genética (NGT), también conocida como “tijeras genéticas” o Crispr/Cas9, se refuerzan o desactivan ciertas características mediante la modificación directa del material genético de las plantas. Esta intervención dirigida busca llevar a resultados de cría rápidos. Según la legislación actual, la edición del genoma de las plantas está sujeta a las regulaciones para organismos genéticamente modificados (OGM). Por lo tanto, las pruebas de campo y el cultivo no pueden realizarse libremente. Sin embargo, los ensayos de campo son un paso necesario en la investigación agrícola después de la fase de laboratorio y invernadero. Solo a través de una modificación de la ley italiana en mayo de 2023 fue posible experimentar con vides NGT en campo abierto bajo estrictas condiciones.
(ru / Millevigne)