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En 2018, la producción mundial de vino volvió a aumentar un doce por ciento tras el mínimo histórico del año pasado. Según una primera estimación de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, los viticultores introdujeron en sus bodegas 282 millones de hectolitros, tras los 251 millones del año anterior. Se trata de uno de los mejores resultados desde el año 2000, según anunció la organización el viernes en París, según la agencia de noticias dpa. Sin embargo, hubo grandes diferencias regionales debido al clima.
Italia defendió su primer puesto en el ranking de los países productores de vino más importantes en 2018. Se han prensado 48,5 millones de hectolitros de vino, lo que supone un aumento del 14% respecto al año anterior. En Francia, país vinícola número dos según las estadísticas, la producción ha aumentado un 27%, hasta los 46,4 millones de hectolitros, y en España, que ocupa el tercer lugar, un 26%, hasta los 40,9 millones de hectolitros. Los tres países europeos tradicionales del vino producen juntos casi la mitad de la producción mundial.
Según la estimación, Alemania se encuentra en el noveno puesto con un plus del 31%. Allí, los viticultores pudieron producir 9,8 millones de hectolitros. Este es el nivel de producción más alto de los últimos diez años.
(uka / foto: Wikipedia)