|
|
Después de que la vendimia para los Federweißen y para los vinos espumosos estuviera ya en pleno apogeo, la cosecha de uva para la vinificación comenzó en muchas regiones vinícolas a principios de septiembre, según el Instituto Alemán del Vino (DWI). Cada año, variedades como la Frühburgunder, la Sauvignon Blanc o la Müller-Thurgau inician la cosecha. Las variedades de uva de maduración tardía, como la Riesling, no estarán listas para la cosecha hasta mediados o finales de septiembre, dependiendo de la región de cultivo.
Según la DWI, el tiempo actual y el previsto, con días cálidos de otoño y noches frescas, es muy favorable para los viticultores al inicio de la vendimia principal, ya que favorece el desarrollo de los aromas en las uvas. El rápido desarrollo de la maduración de las últimas semanas también se ha ralentizado un poco y ahora avanza a un ritmo más moderado, lo que hace que la vendimia sea un poco más relajada, según la DWI. Los productores también son muy positivos en cuanto a la buena salud de las uvas, por lo que la cosecha de 2020, unida a la plena madurez de las uvas, permite esperar vinos blancos afrutados y tintos con mucho color.
Sin embargo, debido a la distribución regional y local extremadamente desigual de las precipitaciones en los últimos meses, la situación de los rendimientos en cada una de las zonas de cultivo es muy diferente, informa el DWI. Además, las heladas tardías y las tormentas de granizo en Franconia, Saale-Unstrut y Sajonia habían reducido los rendimientos previstos hasta en un 30%.
Una primera estimación prudente del rendimiento a nivel nacional supone un volumen de cosecha de unos nueve millones de hectolitros, que se situará aproximadamente en el mismo nivel que la media de diez años. Según la DWI, una previsión más precisa sólo será posible dentro de unas semanas, cuando la cosecha esté más avanzada.