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En la región de Champagne, la vendimia ha comenzado el 2 de septiembre. Según el Bureau du Champagne, la añada 2019 se caracteriza por el frío y las precipitaciones, la sequía y el calor. Ya en febrero se había batido el anterior récord de sol. Las heladas de primavera, entre principios de abril y principios de mayo, habían destruido las yemas de las vides en unas 1.000 hectáreas, lo que corresponde a un 3% de los viñedos. Sin embargo, los periodos de calor y sequía, que comenzaron en junio, no han afectado al crecimiento de las vides.
Según el Bureau du Champagne, el rendimiento se limitó a 10.200 kilogramos por hectárea, ligeramente inferior al de 2018, cuando se alcanzó un máximo de 10.800 kilogramos por hectárea. Las uvas de la añada 2019 muestran una alta acidez con una menor pigmentación de color en la misma gradación de azúcar. Para alcanzar la madurez aromática deseada en Champagne, las uvas requieren una graduación alcohólica mínima de 10,5% para el Chardonnay y el Pinot Noir, y de 10% para el Pinot Meunier.
Para los 320 emplazamientos Cru y las tres variedades de uva autorizadas, se determina el inicio más temprano posible de la vendimia. Cada productor observa la maduración de sus uvas y elige el mejor momento de cosecha para cada variedad de uva y cada parcela dentro de las tres semanas siguientes a la fecha más temprana de cosecha. Unos 120.000 trabajadores de la vendimia están desplegados para la cosecha de champán.
(uka / Foto: Bureau du Champagne)