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Las bodegas de la denominación de origen Ribeira Sacra en el noroeste de España están lidiando con grandes inventarios. Los responsables de la DO se ven obligados a destilar cantidades mayores de vino por primera vez. El gobierno regional gallego ha puesto a disposición 2,4 millones de euros para la destilación de crisis. Solo así se puede restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda después de muchos años. En particular, los viticultores habían advertido en los últimos meses que su existencia estaba seriamente amenazada si no encontraban compradores para las uvas de este año.
La bodega más grande de la región no renovó los contratos con más de 400 viticultores para la cosecha de 2024. Justificó esto por los excedentes y la caída de las ventas.
A pesar de las promesas de ayuda, muchos viticultores no se sienten suficientemente apoyados. Hubo protestas frente a la sede del consejo de control. La actual situación económica lleva al abandono de los viñedos y no ofrece incentivos para que la joven generación continúe cultivando las tierras, según la crítica de los viticultores. En los últimos diez años, la DO Ribeira Sacra ya ha perdido 700 hectáreas de viñedos.
(ru / Decanter)