Las lluvias extremadamente intensas han provocado una catástrofe en Aude, en la región productora de Languedoc-Rosellón, en el sur de Francia, con 14 muertos y unos daños totales de unos 200 millones de euros. Las casas y las carreteras fueron barridas, los viñedos se inundaron a metros de altura.
Frédéric Rouanet, presidente del Syndicat des Vignerons de l'Aude, dijo que entre el 40% y el 50% de la superficie cultivada había sido dañada o destruida. Un viticultor de Cracassonne había informado de que, en una superficie de 200 hectáreas, el agua tenía dos metros de altura. Además, la lluvia había provocado el desprendimiento de rocas y la caída de barro sobre las viñas. Un viñedo de entre tres y cuatro hectáreas estaba cubierto por tres metros de rocas y barro.
El presidente francés Emmanuel Macron ha prometido una ayuda de emergencia de 80 millones de euros a los habitantes de la región.
(uka)