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Con medios drásticos, los viticultores descontentos del departamento de Gard, en el sur de Francia, Languedoc, han protestado contra el hecho de que los vinos baratos de origen extranjero apenas se distinguen de los franceses en el comercio de alimentos.
Según informan varios medios de comunicación internacionales, el 30 de marzo varias decenas de viticultores de Gard retiraron los vinos españoles de los estantes de varios supermercados de Nîmes y destruyeron las botellas y los envases bag-in-box (BiB). Los productores franceses acusan a los productores extranjeros y a los mercados de consumo de engañar a los clientes ofreciendo vinos de España y otros países europeos con nombres y motivos franceses. Se dice que estos vinos son más baratos que los de la región, y sólo mirando de cerca se puede ver en el envase que no son vinos de Francia. Según la revista The Star, las ventas de los vinos BiB de Languedoc-Rosellón han caído una cuarta parte en los últimos dos años.
"Hemos hecho lo que pedimos a las cadenas de distribución desde hace tres semanas: retirar los vinos extranjeros que no puedan identificarse claramente como tales o que estén en estanterías claramente asignadas a productos regionales", cita la revista Les Echos a Xavier Fabre, portavoz de la asociación de viticultores del Gard (SVG). Según Les Echos, el grupo Intermarché ha retirado entretanto los vinos dudosos de las estanterías.
Por parte del "Comité de Acción Vitivinícola" regional, las protestas habían sido aún más radicales: Ya en enero, según un informe del diario Figaro, se vació el contenido de dos camiones cisterna con vino español, y a finales de marzo se produjeron ataques incendiarios contra supermercados y oficinas de mayoristas y corredores de vino.
Mañana sábado, la SVG tiene prevista una campaña de sensibilización junto con las asociaciones agrícolas para concienciar a los consumidores sobre el etiquetado engañoso de los vinos extranjeros.