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El mayor productor de vino de Francia, Castel, está ampliando considerablemente su negocio de vinos espumosos. En Beychac-et-Cailleau, a unos 25 kilómetros de la sede de la empresa en Blanquefort, cerca de Burdeos, la filial de Castel, Oenoalliance, puso en marcha un nuevo centro de producción de Crémant de Bordeaux. Según la información de la empresa, el volumen de inversión asciende a 1,5 millones de euros.
La bodega del nuevo centro de producción está especialmente diseñada para los vinos base Crémant. Con las paletas giratorias -estantes vibratorios controlados por ordenador y accionados por máquinas-, el vino espumoso se produce en el proceso tradicional de fermentación en botella y se madura en ella durante 18 meses en lugar de los doce prescritos. Las cuatro líneas de embotellado tienen una capacidad de entre 2.000 y 14.000 botellas por hora. Se pueden producir hasta 40 millones de botellas al año.
En 2017, Castel quiere lanzar 200.000 botellas de Crémant de Bordeaux bajo las marcas Malesan y Maison Castel; en 2019, el volumen de producción debe llegar al millón de botellas. "Este proyecto nace de la voluntad de la familia Castel de entrar estratégicamente en el mercado de los vinos espumosos en un momento en el que el éxito de este segmento es cada vez más evidente", declaró el director de Oenoalliance, Lionel Chol, en la inauguración. "Invertir directamente en el mercado del Crémant de Bordeaux es una novedad" Añadió que el objetivo inicial de Castel era desarrollar el segmento de los vinos espumosos en las grandes superficies e hipermercados.