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Tras la escasa cosecha del año anterior, de unos 7,5 millones de hectolitros, las últimas estimaciones de rendimiento para la cosecha de 2018 superan las expectativas y sugieren una cosecha de mosto de vino a nivel nacional de unos 10,7 millones de hectolitros. Así lo ha anunciado el Instituto Alemán del Vino (DWI).
Según el DWI, esta estimación correspondería a un aumento del 23% en comparación con la media decenal de 8,8 millones de hectolitros y a la mayor cosecha desde 1999. Sin embargo, en las 13 regiones productoras alemanas, los aumentos de rendimiento estimados varían mucho; van desde el 5% en Saale-Unstrut hasta el 19 y el 17% en las dos mayores regiones productoras alemanas, Rheinhessen y Pfalz, y el 64% en el Medio Rin.
Tras uno de los veranos más cálidos y el inicio más temprano de la vendimia desde que se tienen registros, los productores de vino alemanes aportaron las mejores calidades en grandes cantidades en todo el país, según la DWI. En retrospectiva, la sequía de los meses de verano hizo más bien que daño al desarrollo de las vides y a su maduración. Gracias al clima seco y caluroso, las uvas estaban muy sanas, muy aromáticas y muy maduras hasta octubre. Al cosechar las uvas, se procuraba que no llegaran a las bodegas con pesos de mosto demasiado elevados, para que los vinos no fueran excesivamente fuertes.