Las zapatillas blancas no eran la mejor opción. Después de unos pocos pasos en los viñedos de Gorgona, están cubiertos de polvo rojo. Lamberto Frescobaldi tiene la ventaja, sus zapatos de trekking de color gris oscuro se ven mucho menos afectados por el suelo rojizo debido a su contenido de hierro. El presidente de Marchesi Frescobaldi conoce las condiciones de la pequeña isla frente a la costa toscana desde hace diez años. Porque la colaboración de Frescobaldi con la dirección de la cárcel comenzó ya en 2012, y con ella el proyecto Gorgona. Sólo una vez al año se permite a Frescobaldi llevar a un grupo de periodistas a la isla, que está estrictamente vigilada por la Polizia Penitenziaria. La travesía en barco desde Livorno dura unos noventa minutos. El programa incluye una visita a los viñedos, una degustación de la nueva cosecha y un almuerzo servido por los presos en la hermosa terraza. "Este proyecto nos llena de mayor orgullo cada año, subraya Lamberto Frescobaldi. "Lo contiene todo: el amor por esta extraordinaria isla, el cuidado y la pasión de las personas que trabajan aquí, la esperanza de una vida mejor, la influencia del mar. Este proyecto nos deleita constantemente".
La prisión de Gorgona, la isla más pequeña y septentrional del archipiélago toscano, fue fundada en 1869. En la actualidad, viven aquí entre 70 y 90 presos, que trabajan principalmente en la agricultura. Además de los olivares, el cultivo de hortalizas y la cría de animales, también hay un viñedo desde hace más de veinte años. Pero el vino producido era sólo moderadamente bueno debido a la falta de conocimientos. La directora del Instituto de Pena de Gorgona de la época, Maria Grazia Giampiccolo, no estaba satisfecha con ello. Escribió a unas 200 bodegas pidiendo apoyo en la viticultura y en la bodega. De hecho, Lamberto Frescobaldi fue el único que respondió a su petición. Al menos quería echar un vistazo a la isla. Así que el 3 de agosto de 2012, cruzó en barco de la policía y visitó Gorgona por primera vez. Se enamoró "de la belleza, la naturaleza salvaje y el poder de la naturaleza que domina esta isla", como dice. Esto sentó las bases de lo que ahora es un exitoso proyecto de resocialización. Frescobaldi quiso ponerse en marcha de inmediato y asumió la responsabilidad de la vinificación con la cosecha 2012.
Bajo la dirección de los agrónomos y enólogos de Frescobaldi, los presos de Gorgona adquieren una experiencia vitivinícola tangible y práctica. En el proceso, pueden adquirir habilidades que deberían facilitar su reintegración en la vida laboral y social tras su liberación. Esto se debe a que los reclusos de Gorgona han cometido delitos graves, han sido condenados a muchos años de prisión por asesinato, homicidio, tráfico de drogas o robo de bancos. Sólo pasan los últimos tres a cinco años de su condena en la isla. En cambio, los mafiosos y los delincuentes sexuales no suelen ser admitidos. Ser trasladado a Gorgona es un privilegio que sólo se concede a unos pocos: el "buen comportamiento" es el requisito básico.
"Cada uno de estos hombres merece una segunda oportunidad", está convencido Lamberto Frescobaldi y añade con orgullo: "El índice de reincidencia es extremadamente bajo. Y un capital inicial de 30 a 40.000 euros ayuda enormemente a estas personas, por supuesto". Porque los que trabajan para Frescobaldi en Gorgona ganan el salario habitual en el sector, que se paga cuando se les despide. Además, todos los despedidos tienen la posibilidad de seguir trabajando en Frescobaldi durante un año.
Gorgona es una belleza salvaje cuya naturaleza, en parte intacta, está estrictamente protegida. La isla no sólo está rodeada de aguas cristalinas, sino que también es rica en agua dulce y vegetación. Los bosques de encinas y pinos carrascos, así como el matorral mediterráneo, caracterizan el paisaje, al que se suman castaños, alisos negros, una variedad autóctona de olivo y cientos de especies florales. La isla también es especial desde el punto de vista geológico: es un trozo de los Alpes Occidentales que prácticamente "naufragó" durante el plegamiento de los Alpes hace millones de años. Así, la isla se caracteriza en gran medida por la caliza, pero también salen a la luz metabasitas y serpentinitas, rocas ferruginosas de color verde oscuro. Estos tres tipos de roca se unen en el noreste de la isla, donde se encuentran los viñedos de Gorgona. La superficie de viñedo es actualmente de casi dos hectáreas y media, con predominio de las variedades de vino blanco Vermentino y Ansonica (Inzolia). En 2015 y 2018 se ampliaron los viñedos y desde hace unos años también se prensa un Gorgona Rosso, unos cientos de botellas de unas cuantas filas de Sangiovese y Vermentino Nero.
En la actualidad se producen hasta 9.000 botellas al año del famoso Gorgona blanco elaborado con Vermentino y Ansonica. Sin embargo, sigue siendo una rareza excepcional, que lleva en su sabor el aire salado, la especia mediterránea, el calor del sol y la refrescante brisa marina de la isla. La flexibilidad, la frescura y la salinidad incisiva caracterizan el 2021. Al ser la décima añada, el vino marca un importante aniversario en la colaboración entre Frescobaldi y la prisión de la isla. Cada año, la etiqueta de la botella habla de un aspecto diferente de la polifacética isla. La edición 2021 celebra la décima añada de Gorgona con un homenaje a la isla y un agradecimiento a todas las personas que han hecho posible este extraordinario proyecto.
Fotos: © Marchesi Frescobaldi