La zona situada entre Leithagebirge y el lago Neusiedl es una de las regiones vinícolas más antiguas del mundo. Aquí prosperan, entre otras, las cepas Blaufränkisch, Neuburger y Pinot Blanc para vinos de origen protegido. Hay mucho que descubrir en cuanto a paisaje y delicias culinarias.
Es sorprendente la cantidad de regiones vinícolas diferentes y polifacéticas que hay en un radio de unos 100 kilómetros desde Viena, la capital austriaca. Una de ellas es la zona de Leithaberg, en Burgenland, situada a unos 60 kilómetros al sureste de Viena, en la orilla occidental del lago Neusiedl. Comprende esencialmente el distrito de Eisenstadt, capital del Burgenland, así como la ciudad libre Rust; al norte se extiende por los municipios de Jois y Winden am See hasta el límite con la ciudad vinícola de Neusiedl am See.
La región de Leithaberg, con sus casi 3.000 hectáreas de viñedos, no sólo se considera una de las más diversas, sino también una de las más ricas en historia. Los hallazgos de semillas de uva como ajuar funerario en un túmulo celta de la Primera Edad del Hierro en Zagersdorf atestiguan la existencia de una cultura vinícola en la zona ya en el siglo VIII a.C. Esto convierte a Leithaberg en una de las zonas vinícolas más antiguas del mundo.
Pero aunque aquí se vive la tradición, sobre todo con este trasfondo histórico, ésta se manifiesta sobre todo en la independencia y el estilo claro de los vinos. La falta de pretensiones hace que los vinos de Leithaberg sean agradablemente accesibles y extremadamente versátiles. El respeto por la expresión natural del vino, su autenticidad y su carácter de terruño, se refleja también en los métodos de cultivo casi naturales que utilizan muchas de las más de 430 bodegas de Leithaberg.
Vista del viñedo Rieglband en Rust
ÖWM / WSNAAlmendros, cerezos y melocotoneros bordean los viñedos que descienden hasta la orilla del lago y caracterizan el paisaje. Los vinos vinos de Leithaberg se caracterizan por el suelo mineral en el que crecen las vides. En ellos descansa la impresionante y trascendental historia de su región de origen: Las capas ricas en caliza se entremezclan repetidamente con islas de rocas primarias. El gneis y el esquisto son aquí las rocas más antiguas. Constituyen la parte central de los montes Leitha, que, como una de las últimas estribaciones de los Alpes, bordean la zona por el norte.
Los viñedos más altos de la región, entre Breitenbrunn y Donnerskirchen, así como algunos emplazamientos alrededor de Eisenstadt y Oslip, también descansan sobre estos suelos. La roca más característica es la epónima Leithakalk, compuesta por restos de fósiles marinos de millones de años de antigüedad. Los suelos arenosos de grava ricos en cuarzo del Ruster Höhenzug completan el espectro de suelos. A menor altitud, las vides prosperan en los subsuelos calcáreos de la cuenca panónica.
Esta diversidad geológica se ve acompañada climáticamente por los numerosos días soleados que miman esta parte de Burgenland, alternados con noches frescas. El lago Neusiedl es aquí un socio natural que determina la interacción de las temperaturas. Todo ello confiere a los vinos una frescura especialmente duradera.
Los atributos positivos de la zona se reflejan en el caleidoscopio de variedades de uva que aquí se cultivan. Desde la cosecha de 2008, los vinos tintos de Blaufränkisch, y desde la cosecha de 2009, los vinos blancos de Pinot Blanc, Chardonnay, Neuburger y Grüner Veltliner pueden llevar la denominación de origen protegida "Leithaberg DAC". Los vinos blancos pueden elaborarse monovarietal a partir de una de las variedades mencionadas o como vino base de al menos dos de ellas. En el caso de los vinos tintos DAC, es posible una mezcla de Blaufränkisch con un máximo de 15% St. Laurent, Pinot Noir o Zweigelt. Otras variedades de uva se comercializan bajo la denominación de origen genérica "Burgenland".
Los vinos tintos y blancos se subdividen en los niveles "Gebietswein", "Ortswein" y "Riedenwein". Los vinos regionales pueden someterse a prueba a partir del 1 de febrero (blancos) o del 1 de mayo (tintos) del año siguiente a la vendimia. Los vinos locales y vinos de paraje sólo podrán presentarse a examen a partir del 1 de mayo del año siguiente a la vendimia (blancos), los tintos de estas categorías a partir del 1 de mayo del segundo año siguiente a la vendimia.
Todos los vinos deben tener una graduación alcohólica de al menos 12,5% en volumen. Los vinos blancos deben vinificarse en seco, los tintos deben tener un contenido de azúcar residual inferior a 2,5 g/l. Además de su perfil aromático típico de la región, de cuerpo medio, elegante y mineral, no debe percibirse ninguna o casi ninguna nota de madera.
Si quiere llegar al fondo de los orígenes de los vinos DAC de Leithaberg, puede explorar la zona haciendo senderismo o subirse a la bicicleta durante gran parte del año. La zona es un magnífico destino para el ciclismo: muchos viñedos se extienden a lo largo de carriles bici, de modo que podrá acercarse a las hileras de vides. Pero muchas tabernas y restaurantes también apuestan por la diversidad vinícola de la región y la ofrecen con delicias locales.
La ciudad libre de Eisenstadt ofrece un viaje a la época de la monarquía austriaca con el Palacio Ersterházy. Los parques asociados invitan a pasear entre el verdor. La ciudad vinícola de Rust atrae a los visitantes en agosto con sus nidos de cigüeñas encaramados en los tejados de muchas casas. Contemplar el ir y venir de las familias de cigüeñas sentado con un buen vaso de vino es un espectáculo fascinante.
A propósito: en la vecina ciudad de Mörbisch, el escenario junto al lago invita a su famoso festival durante los meses de verano. La antigua cantera de St. Margarethen es hoy uno de los escenarios al aire libre más bellos e impresionantes de Europa. Está enclavado en el amplio y abierto paisaje entre Leithagebirge y el lago Neusiedl, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las familias encontrarán mucha variedad en el mayor parque de atracciones de Austria, en Rust, o pasarán el día en uno de los muchos lidos a orillas del lago.