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La región vinícola de Borgoña se ha fijado el objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% de aquí a 2035. La primera y más eficaz medida para conseguirlo es utilizar botellas de vidrio más ligeras. El Comité Interprofesional de Borgoña responsable de la comercialización (BIVB) calcula que el cambio a botellas con un peso medio de 400 gramos y un contenido de vidrio reciclado del 80% reduciría la huella de carbono en un 20%.
Domaine Joblot, que cultiva 14 hectáreas de viñedos, ofrece un ejemplo del impacto de las botellas más ligeras. Desde que redujo el peso de sus botellas en 100 gramos, ha ahorrado unas diez toneladas de vidrio por cosecha. claro Según Hélène Sarkis, directora de la explotación, "esto hace que los clientes sean inmediatamente conscientes de nuestra iniciativa. Y creemos que toda una generación de clientes presta cada vez más atención a su huella de carbono".
(al / fuente: vitisphere)