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La denominación de espumoso Franciacorta en la provincia italiana de Brescia ha sido golpeada por una tormenta de granizo devastadora. Los viticultores informan de una tormenta de 40 minutos con granizos del tamaño de pelotas de tenis, especialmente alrededor de los lugares Erbusco y Rovato. La mayoría de los viticultores ya habían cosechado la mayor parte de las uvas, pero las pérdidas en la cosecha aún se sitúan en el 30 por ciento en algunas áreas.
“Eventos climáticos severos e imprevistos se están convirtiendo en la norma”, dice Arturo Ziliani de la bodega Guido Berlucchi. No solo el granizo ha afectado la cosecha. “Ya la helada en abril nos costó el cinco por ciento de las uvas, mientras que las lluvias en mayo durante la floración significaron una pérdida adicional del diez por ciento. A esto se sumó la sequía a partir de julio.” Ziliani informa que incluso tuvo que trabajar durante la tormenta de granizo para salvar lo que fuera posible: “Justo estábamos cosechando el Pinot Noir”. Estima que la pérdida total para la empresa es del 30 por ciento.
“Nunca hemos visto algo así, fue apocalíptico”, dice la viticultora Francesca Faccoli de Coccaglio sobre la severa tormenta. “Tuvimos mucha suerte porque habíamos cosechado nuestras últimas uvas una semana antes, pero nuestras vides no tienen ni una sola hoja más. Esperamos que las plantas no hayan sufrido daños permanentes por el granizo.”
El cambio climático se está convirtiendo cada vez más en un desafío para los viticultores. El primer semestre fue inusualmente lluvioso en la Franciacorta, con una alta presión de infestación de Peronospora. Mientras que las temperaturas en primavera fueron muy bajas, la denominación sufrió sequía a partir de julio. El consorcio está trabajando junto con los productores en nuevas estrategias para proteger mejor las uvas.
(ru / Gambero Rosso, investigación propia)