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La abundante cosecha en Inglaterra significa que no todas las uvas pueden ser vinificadas, ya que el tamaño de las bodegas no ha seguido el ritmo del rápido crecimiento de la superficie. Ya hubo informes de excedentes durante la gran cosecha de 2018. Desde entonces, la superficie de viñedos en Inglaterra y Gales ha crecido un 74%, hasta las 3.928 hectáreas, según el organismo del sector Wine GB.
Muchos viticultores entregan sus uvas a bodegas contratadas. Sin embargo, sus capacidades se han estancado desde el Brexit, ya que la UE se hizo cargo de hasta el 40 por ciento de los costes de equipamiento, salas de cata e instalaciones enoturísticas. Estos fondos no se han repuesto adecuadamente y los procedimientos de aprobación son muy burocráticos. No obstante, ahora se están creando nuevas capacidades para poder procesar más uvas.
Especialmente los productores de uva que no hayan suscrito contratos de compra fijos no podrán vender ahora toda la cosecha. En Inglaterra hay 800 viñedos, pero sólo 200 bodegas. En 2022 se produjeron 12 millones de botellas, pero las ventas cayeron de 9,3 millones a 8 millones.
(al / fuente: harpers.co.uk)