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Cerca de San Gimignano (Toscana) se ha encontrado una bodega de unos 1.800 años de antigüedad. Durante los trabajos de excavación en la villa romana de Aiano, que data de entre los siglos IV y VII d.C., se descubrió una gran sala de 30 por nueve metros. Estaba sostenida por seis pilares. En su interior se encontraron y analizaron parcialmente treinta grandes vasijas enterradas para almacenar vino. Los análisis químicos de muestras del interior de los recipientes mostraron que estaban recubiertos de resina de pino y brea. Estas sustancias se utilizaban para la producción de vino en la antigüedad. Basándose en su disposición y en el tamaño de la sala, los arqueólogos suponen que originalmente había 50 de estos recipientes.
En los últimos dos años también se han encontrado dos recipientes rectangulares de almacenamiento y restos de una prensa. Las dimensiones de la instalación indican que en las salas se producían y almacenaban grandes cantidades de vino, que no se destinaban únicamente al consumo local, explicaron los investigadores. De este modo, han obtenido nuevos datos sobre la producción y el comercio del vino en la época romana.
(al / Fuente: Gambero Rosso)