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La vendimia principal ha comenzado un poco antes de lo previsto en muchas zonas de cultivo alemanas en estos días. Según el Instituto Alemán del Vino (DWI), las vides han experimentado un considerable impulso de desarrollo durante los días muy soleados de finales de agosto y principios de septiembre.
El grado de madurez de algunas uvas se adelantó significativamente a la media a largo plazo, según el DWI. Gracias a la escasa pluviometría y al verano soleado, las uvas siguen estando muy sanas en este momento. La fase meteorológica prevista, con días cálidos y noches frescas, también favorece la formación de aromas en las uvas. Según la DWI, los productores de vino alemanes esperan una cosecha 2019 cualitativamente prometedora.
Las lluvias, en parte muy abundantes, del pasado fin de semana tuvieron un efecto positivo en los viñedos estresados por la sequía y en el contenido de zumo de las bayas, explica la DWI. Anteriormente, las uvas seguían siendo de grano relativamente pequeño debido a las escasas precipitaciones del verano. Además, los daños por quemaduras de sol en las uvas, así como las tormentas de granizo regionales, tuvieron un efecto ligeramente reductor del rendimiento.
Según las estimaciones actuales de rendimiento, la cosecha de 2019 probablemente no alcanzará el nivel de una cosecha media de unos nueve millones de hectolitros, según la DWI.